El desierto de Atacama, ubicado en el norte de Chile, es el lugar donde habitó la cultura chinchorro hace más de 7 mil años. Este pueblo de cazadores y recolectores marinos es conocido por desarrollar técnicas de momificación que datan de antes que los egipcios.
La región de Arica y Parinacota es un lugar imperdible para aquellos interesados en la historia y la cultura antigua, y el Valle de Azapa, situado a unos pocos kilómetros de la ciudad de Arica, es un punto clave en esta aventura. En este valle, los visitantes pueden explorar las maravillas de la cultura chinchorro y descubrir cómo vivieron y murieron.
Los chinchorros desarrollaron una forma de vida única en el desierto de Atacama. Su subsistencia se basaba en la pesca y la recolección de mariscos y otros recursos marinos.
Para hacer frente a las condiciones extremas del desierto, desarrollaron herramientas como anzuelos de espinas de cactus y puntas de arpón que les permitieron obtener alimento.
Además, los estudios sugieren que los chinchorros buceaban a grandes profundidades en busca de mariscos, ya que se han encontrado tumores en los oídos de las momias chinchorro.
El amor de los chinchorros por el mar los llevó a establecer asentamientos semipermanentes en ríos y quebradas en zonas marinas, donde se reunían en bandas o grupos de 30 o 50 personas, donde al parecer todos eran familiares.
La cultura chinchorro tenía un gran respeto por la muerte y los antepasados. Los chinchorros momificaban a sus muertos a través de un proceso que consistía en la extracción de los órganos internos y las vísceras del cuerpo, sustituyéndolos por materiales orgánicos como vegetales, plumas, trozos de cuero, lana y otros.
Este proceso era muy cuidadoso y minucioso. La piel del rostro y el cuero cabelludo se extraían, y el cráneo se intervenía para sacar el cerebro y colocar en su lugar cenizas, tierras, arcillas y pelos de animal.
Luego se moldeaba la cara, se le ponía una peluca con pelo humano y una vestimenta de tejido vegetal. Finalmente, el cuerpo se cubría con una capa de arcilla.
Se han encontrado 208 momias que demuestran que las técnicas de embalsamamiento variaron con el tiempo. Se han identificado tres tipos de momias: las momias negras cubiertas por óxido de manganeso, las momias rojas pintadas con óxido de hierro y las momias vendadas.
Gracias a las técnicas de embalsamamiento y al ambiente desértico, se han logrado rescatar 120 momias que hoy se pueden ver en el Museo Arqueológico (https://museouta.cl/) de San Miguel de Azapa. Estas momias son una de las reliquias arqueológicas más antiguas del mundo.
En resumen, el Valle de Azapa y el desierto de Atacama son destinos obligatorios para aquellos interesados en la historia y la cultura antigua. Las momias chinchorro y su forma de vida única son una ventana al pasado siendo las momias más antiguas encontradas en el mundo, que nos muestra cómo se desarrollaron las primeras formas de momificación y cómo vivieron y murieron los chinchorros hace miles de años.
¡No pierdas la oportunidad de conocer esta fascinante cultura en persona y visitar el desierto de Atacama en Arica!